02/02/13 Casa Castillo - Los Gargantones by Paparruchas

De la cepa viene el vino, y del vino el desatino.

Como veníamos anunciando desde la pasada semana este sábado hemos realizado un andandillo rociero y comida moruna por la zona de Casa Castillo y Los Gargantones.

La jornada empezó con cierta incertidumbre ya que el día amaneció bastante feo; entre las seis y las ocho y media de la mañana una pertinaz llovizna y un fuerte viento estuvieron a punto de dar al traste con nuestros planes. Mientras celebrábamos un improvisado gabinete de crisis en la churrería el temporal fue amainando, de forma que a la hora acordada estábamos en marcha.
Esto fue celebrado por todos, especialmente por los niños, que en esta ocasión nos acompañaron en nuestras andanzas tiranocaminantes. Hay que decir que se portaron como unos auténticos campeones y completaron el recorrido previsto sin rechistar y haciendo gala de una envidiable condición física.
El número de excursionistas era de unos 18 adultos y 8 niños, una cifra considerable.

La salida de la excursión estaba fijada en la bodega Casa Castillo; después nos encaminaríamos hacia las Lomas de los Barracones, pasando préviamente por los Charcos Amargos, hasta llegar a Los Gargantones; almorzaríamos en la Casa de los Gargantones y completaríamos este recorrido circular volviendo a Casa Castillo por la Senda de Bartolo.

Vista del Molar desde Casa Castillo.



A la salida de la excursión lucía el sol pero soplaba un vientecillo bastante fresco, por lo que nos tuvimos que abrigar a conciencia.
El viento no nos abandonó durante el resto del recorrido. Ya llevamos tres excursiones seguidas con el vientecico dichoso, ya está bien, basta ya, nunca mais.



Pronto llegamos a la zona de los Charcos Amargos donde el terreno estaba embarrado; nos esforzábamos por pisar en la hierba para que el barro no se pegara a las suelas de nuestras botas, pero era inútil. Todos parecíamos tres centímetros mas altos y cada bota nos pesaba un quintal.

Barrizal.
Caminado junto a los Charcos Amargos.





Llegamos a las Lomas de los Barracones, donde el camino dejaba de ser llano y pasaba subir y bajar constantemente. Allí los peques tomaron un descanso.

Chiquillería graciosamente desparramada sobre los espartos.
 Tras esta parada continuamos nuestro camino pasando junto a varias parcelas de almendros en flor.


Desde las Lomas de los Barracones podíamos ver los montes y parajes del entorno.

Hermana de Hellín.
Hermana de Jumilla.
La Celia.

Pico de La Tienda.
Un par de tramos los hicimos a "atajabancales".

Atajabancales.

Sierra del Molar.
Más atajabancales.

Y aún más.
Por fin llegamos al lugar del almuerzo: La casa blanca de los gargantones. Como la excursión era corta y no teníamos prisa, después del almuerzo nos relajamos un rato mientras los niños jugaban por los alrededores.




Almuerzo.
Los niños jugando.

Nueva corriente artística: El "Agro-surrealismo" o "Surrealismo rural".
Aquí hay que hacer un pequeño inciso; Madame Petardí, que se encontraba especialmente inspirado tras el almuerzo, nos dejó varias muestras para la saga "Madame Petardí y sus cosicas". Como digo, inspiración no le faltaba, y materiales para sus "performances" tampoco ya que alrededor de la casa había numerosos objetos susceptibles de ser utilizados por Petardí para sus excentricidades. Tras la sesión fotográfica, el Líder y un servidor maquinamos un guión para dar forma a una especie de fotonovela protagonizada por Petardí a partir de las fotos. Ahí va, luego seguimos con el desarrollo de la excursión:

 Madame Petardí, una historia de amor.
En un principio Mme. Petardí vivía solo, dormía solo y se sentía solo.
Era un chico austero, por lo que solía ahorrar.....
...para comprarse juguetes y baratijas con las que aliviar su soledad.
Pero un buen día conoció a una bella doncella. Fue un auténtico flechazo.
Una noche de alcohol, locura y pasión Petardí fumigó a la chica.
Nueve meses después nacía Madmoiselle petardí. (es clavadica a la madre).
Petardí nunca más volvió a estar solo.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.


Ya está bien de paridas; volvemos a la excursión.

Una vez almorzados y descansados continuamos con nuestra ruta hacia la "senda de Bartolo" a la que se accede desde las faldas de la Sierra del Molar. Es una senda muy entretenida y claramente delimitada, muy utilizada por los aficionados a la mountain bike.

Camino rural.
Almendro al natural.

Mismo almendro fotografiado utilizando las gafas de sol como filtro.
Charla en el acceso a la senda.

Sendeando.


Una vez que empezamos a ver los viñedos de Casa Castillo abandonamos la senda y tomamos un camino que se dirige directamente a la bodega.

Pié franco, según Alí.

Las Gravas, siempre según la misma fuente.
Finalizando la excursión; la bodega, al fondo.
El final del andandillo fue un poco anárquico; desde que el primer tirano llegó al final pudieron pasar perfectamente veinte minutos hasta que llegó el último, pero al fin llegamos todos.

Una vez en la bodega esperamos pacientemente a los compañeros que, no pudiendo venirse a andar, acudieron para comer. Cuando ya estábamos todos el dueño de la bodega, Jose María Vicente, nos estuvo enseñando las instalaciones de Casa Castillo dándonos una interesante charla acerca del cultivo de la vid, la producción del vino y la filosofía de la empresa, así como de la situación del sector vitivinícola.
Tras la visita a la bodega nos dispusimos a comer unos deliciosos gazpachos con su aperitivo, su café, su postre y su sobremesa. Vamos, que no nos faltó de nada.







El único "pero" de la jornada fue el "sobrecogedor" susto que nos pegamos cuando, a la hora de hacer las cuentas para pagar el catering, faltaba pasta; pensamos que la corrupción había llegado al Tiranomundo. Todo el mundo decía haber pagado y a nadie le costaba no haberlo hecho.
Menos mal que Mister Tambourine Man, que lleva en los genes lo de cuadrar cuentas, ocupó el cargo de tesorero y dio con el apunte contable que hacía que se nos desequilibrara el balance: un pago en especie de Miguelitos.

Mister Tambourine Man ejerciendo de contable.

¡¡ Exclusiva mundial !!: Las cuentas de la caja B del tirano vegetariano.

Se emplearon los últimos avances técnicos para descubrir el fallo.
Después de la auditoría interna nos fuimos marchando cada mochuelo a su olivo, aunque seguía quedando gente con ganas de marcha y se planeaba una inminente excursión por alguna cafetería del pueblo. Ignoro en qué quedó esa iniciativa y animo a que alguno de los participantes escriba la crónica de la excursión nocturna........si se acuerdan de algo.

Solo queda finalizar agradeciendo a Jose María por su hospitalidad y por el buen día que pasamos en su bodega.

Fin del día en Casa Castillo.
El track de la excursión puede verse en el siguiente enlace:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8886267

5 comentarios:

  1. Fantástico el "Agro-surrealismo" del término!
    Lo de Madame Petardí creo que es más dadaísta...

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  2. Mademoiselle Gargantoní6 de febrero de 2013, 10:35

    Grande haber nacido en los Gargantones, no tan grande el gentilicio (gargantonera?)y el síndrome de abstinencia con el que he nacido.

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  3. Ali el Sanguinario ect ect...8 de febrero de 2013, 11:02

    Como siempre magnifico reportage grafico de un dia de fábula, buen comer y beber...
    PD.Por pequeños motivos de salud(resfiado)no participare en la salida del pico de la TIENDA(Joderrrr).

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  4. La censura ha llegado al Tirano Vegetariano. Así no. Se empieza así, y cuando te quieres dar cuenta estás bombardeando a tu propio pueblo. CENSURA NO¡¡ ABAJO LOS TIRANOS¡¡¡

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    1. Algún tirano censor fue visto el pasado Sábado en el bastión rebelde de la Chaplin.

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