26/01/13 La Hermana de Jumilla By Paparruchas (Crónica complementaria a la anterior de Bélula)

Visto el magnífico y extenso reportaje fotográfico de la etapa que ha hecho Bélula me dispongo a comentar el itinerario, eso sí, con pocas fotos para intentar no repetir mucho.

El recorrido comenzó algo más arriba de las Casas de Hermógenes; se trataba de cruzar desde la solana de la Hermana hacia la umbría por el Collado de Antolín, siguiendo la Senda de los Castillicos; seguir faldeando el monte dejando a la derecha el paraje de Montesinos y, antes de aparecer de nuevo por la solana, subir por la vertiente oeste de La Hermana hasta la madama. Desde allí continuamos por la cuerda de la sierra para bajar por el collado que hay entre la Cueva del Monje y el Alto de los Castillicos, hasta llegar de nuevo a los coches.
Esta fue la parte difícil de la etapa, luego vendría la parte más fácil: montarse en el coche, dirigirse hacia el Gamellón (el paraje no, el bar), y, una vez dentro, acercarse a la barra, chasquear los dedos para llamar la atención del camarero y pedir amablemente una caña. Ya con la caña en tu poder, acercarla a los labios y tomar un largo trago para saborear, con auténtico deleite, la merecida recompensa al  esfuerzo realizado.

Esta fue la salida más numerosa de la temporada tiranocaminante hasta el momento. Contamos con la incorporación de Manolo y Martín, dos jumillanos con los que pasamos un muy buen rato. Otra incorporación, ésta de carácter internacional, fue la de Alex, un californiano compañero de Sir William, que completó valientemente la excursión (no esperábamos menos de alguien que ha tenido como gobernador a Terminator).

Condujo la etapa Wolf Dog con su maestría habitual; sin embargo nuestro Líder vitalicio fue baja debido a que se resintió de una antigua lesión de rodilla; la cosa  no debía ser grave aunque más tarde se le vió intubado, es decir bebiendo birra en vaso de tubo en el Gamellón.

Vamos a obviar la segunda parte de la excursión para centrarnos en la primera, en la parte pedestre que para comentar dividiremos en cuatro fases:

1. Salida y senda de los castillicos.
2. Ascensión a la cima.
3. Llegada a la cima y almuerzo.
4. Bajada.

1. Salida y Senda de los Castillicos.
   Tras dejar los coches nos dirigimos hacia el paso del Collado de Antolín con el fin de pasar a la umbría de la sierra. El tiempo parecía acompañarnos y augurábamos una caminata agradable con el típico fresco de una mañana del mes de Enero.
La senda es bastante cómoda para caminar y transcurre en su mayor parte entre una frondosa pinada, aunque en algún tramo hay que pasar por la orilla de algún que otro viñedo típico de nuestro término.

Paisaje a nuestras espaldas.

Salida hacia el Collado.

Collado desde la umbría.

Caminando por la senda.

Pino al contraluz.

Típica cepa.

Alto de los Castillicos.

Cingla, Peñarrubia y Las Grajas desde la Umbría.

Al fondo La Pedrera.

2. Ascensión a la cima.
   Una vez que llegamos faldeando al extremo oeste de la sierra, tocaba empezar a subir. Wolf Dog hizo un alto para reagruparnos, señaló hacia la derecha y dijo: "Por ahí tenemos que subir"; y para allá tiramos.
La subidica tenía lo suyo, pero lo peor fue el fuerte viento que se desató y que ya no nos abandonó en todo el recorrido; algunas ráfagas eran bastante fuertes, pero, aunque desperdigados, subimos a la madama como unos campeones.

Por aquí había que subir.

Reagrupamiento y cambio de impresiones.

Hermana de Hellín.

La subida es un poco engañosa porque parece que solo hay que subir ese tramo pero,cuando llegas al final del tramo, te das cuenta de que todavía te queda un trecho casi igual al que ya has recorrido por subir.
Mas o menos como pasa cuando subes la Sierra del Buey por la cuerda.

Aguerridos senderistas subiendo monte.

3. Llegada a la cima y almuerzo.
   Una vez que llegamos a la madama nos hicimos la foto de rigor y decidimos buscar un lugar donde hiciera "resel" para almorzar. Lo encontramos detrás de una carrasca, no es que estuviésemos muy protegidos del viento pero no había otra cosa. Madame Petardí se quejaba continuamente de lo poco ergonómica que es la carrasca usada como respaldo.
Debido al fuerte viento no le preguntamos nada al oráculo; preferimos vivir en la ignorancia a coger una pulmonía.

Grupo en la madama.

Oráculo; testigo mudo de nuestro paso.

Alí; testigo no sé, pero mudo......no. Mudo no.

Buscando lugar para almorzar.

Aquí nos quedamos.

Serie de fotos que ilustran las duras condiciones en las que tuvimos que almorzar tirados entre los espartos, intentando protegernos del viento con la ayuda de una carrasca sobre el duro y frío suelo y, algunos, con el inclemente y cegador sol de cara.

Eso sí, dimos buena cuenta de nuestros bocatas, del vino, del queso de Alí, de la crema de cacahuete de Alex, del té y las nueces de Manolo, de los pistachos de carnívoro, del bizcocho del panadero del Condado de Óntur, del chocolate Valor almendrado.....


4. Bajada.
   Una vez almorzados acometimos la ultima fase: el descenso hacia los coches.
Para ello caminamos por la cuerda de la sierra hasta llegar a un pequeño collado que hay entre el Alto de los Castillicos y la Cueva del Monje; desde allí descendimos monte a través hasta llegar a Las Royalizas, donde nos esperaban nuestros vehículos.Una vez allí nos hicimos una foto de grupo y, al ver que todavía era pronto, parte de los excursionistas decidieron tomarse una cervecilla en el Gamellón.

Seguimos bajando

Bajamos.

Paraje de Montesinos.

Paraje de Las Royalizas.

Va por el Líder: El Carche.

Hilera de olivos.

Foto de final de excursión y pal bar.

Y así termina la historia de esta bonita, ventosa y concurrida salida por la Hermana de Jumilla. Lo pasamos bien aunque sin viento lo hubiésemos disfrutado mucho más.
No pasa nada, tenemos más Sábados y el viento no durará eternamente.

El track de la excursión puede verse en el siguiente enlace:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8650894