Postales alpujarreñas (I): Mulhacén 26-08-14 by Paparruchas.


Esperando que comience la temporada excursionista, cosa que ocurrirá cuando bajen un poco las temperaturas y nos animemos a salir al monte sin sufrir los rigores del calor, ahí va una excursión al Mulhacén realizada este verano.

Aprovechando que estaba de vacaciones en la Alpujarra granadina, no podía dejar pasar la ocasión de intentar subir a esta emblemática cumbre. Ya lo hice el pasado Septiembre con algunos de mis compañeros de andanzas y, como me gustó, no era cuestión de dejar pasar la oportunidad.
En esta ocasión mis compañeros de ruta fueron mi mujer y mis hijos que se portaron como unos campeones, consiguiendo completar con éxito la excursión. Matrícula de honor para los tres.
Al ir con niños había que planificar la excursión de forma distinta; tengo la suerte que que los mios son bastante "andarines" y les gusta caminar por el monte, lo cual ya es un punto a favor. Aún así había que tratar de que el recorrido no fuese excesivamente duro ya que, dependiendo de por donde se intente acceder a la cumbre, el nivel de exigencia física es distinto.
Otro punto a tener en cuenta era el famoso mal de altura; la cima está a 3.483 n.s.n.m y todo el recorrido iba a transcurrir por encima de los 2.700 metros. El mal de altura actúa de forma diferente en niños y mayores, por lo que conviene ir ascendiendo poco a poco, sin prisas, además de observarlos y preguntarles mucho sobre cómo se encuentran. Ante cualquier síntoma (mareos, nauseas, dolor de cabeza....) se da media vuelta y otra vez será.
La ruta más asequible para ir con niños es la que parte del Alto del Chorrillo. Para ello hay que coger previamente el microbús del Centro de interpretación de las altas cumbres, que sale de Capileira hasta el Alto del Chorrillo, desde allí, y ya a pié, nos quedan 5.6 km de constante subida en los que se supera un desnivel de 761 metros hasta la cumbre.

En el Alto del Chorrillo hay que empezar a caminar siguiendo la pista forestal; a unos 500 metros nos encontraremos con un cruce. A la izquierda conduce al refugio de Poqueira; al frente continúa hasta el Pico Veleta; y la senda que sale a la derecha es la que nos conducirá hasta el Mulhacén.
Este es el cruce. Hay que coger la senda de la derecha.

Y esta es la senda.
La primera parte de la senda transcurre por la Loma del Tanto, y nos conducirá hasta la Loma del Mulhacén, en la que seguiremos ascendiendo hasta llegar al Mulhacén II o Falso Mulhacén.
La vegetación a esta altitud consiste en lo que los lugareños llaman Piornal, que es un conjunto de matorrales de distintas especies como el Piorno serrano, Aliagas, etc, todos ellos de porte bajo y almohadillados para defenderse del frío y de los fuertes vientos. En invierno la nieve los cubre, pero su estructura almohadillada les protege y además sirve de cobijo para pequeños vertebrados.

Piornales. La sierra del fondo es la Sierra de Gádor, ya en la provincia de Almería.

Mirando al Este podemos ver la depresión del barranco por donde transcurre el Río Mulhacén y, detrás, la Loma del Pico del Púlpito y la Loma Púa. También podemos apreciar, en la parte central derecha, una especie de caminillo verde, es el recorrido de una de las acequias que desde hace siglos transporta el agua hacia diversos puntos de la zona.

Vista al Este.

Vista al Sur. La sierra que se ve al fondo es la Sierra de la Contraviesa.
Continuamos subiendo por la Loma del Tanto. En la siguiente foto podemos ver como, un poco más adelante, la senda se inclina un poco más. Es el comienzo de la Loma del Mulhacén.



Comienzo de la Loma del Mulhacén.
Un poco más adelante hicimos un pequeño descanso para reponer energías y descansar un poco.

Momento bocata
Tras el descanso continuamos con la subida. En el trayecto que nos quedaba hacia la cumbre pasamos de, lo que los botánicos llaman, el piso oromediterráneo (donde sólo crecen piornales y plantas de porte rastrero), al piso crioromediterráneo o "desierto de frío", donde prácticamente no crece nada debido a que la nieve lo cubre durante nueve meses al año.
Desde aquí hasta llegar al Mulhacén II el recorrido de la senda es en zig-zag, para salvar el último tramo más cómodamente.

Subida zigzagueante.

Pedregal de pizarra.
Vista atrás; Lo que parece ser el origen de la pista es el Alto del Chorrillo y la loma que se ve a la izquierda es la Loma del Tanto, por donde habíamos comenzado la subida.



Un último esfuerzo. Arriba ya se puede ver el Mulhacén II o falso Mulhacén.
Por fin llegamos al Mulhacén II o falso Mulhacén. Recibe este nombre debido a que más de uno ha llegado hasta aquí y se ha dado la vuelta creyendo que había llegado al Mulhacén. El hecho de que allí haya un vértice geodésico invita a la confusión. En realidad este vértice geodésico está a 3.362 m.s.n.m y todavía hay que caminar casi un kilómetro para llegar a la cima.

Con mis dos peques en la madama del Mulhacén II.

 Foto de la Sierra de Lújar desde el Mulhacén II. Detrás está el Mar Mediterráneo.

Con la satisfacción de saber que ya habíamos pasado lo más duro nos encaminamos hacia la cima. Como decía antes, nos quedaba algo menos de un kilómetro de distancia y 132 metros de desnivel.

Allí al fondo se ve la cima.
Pronto aparece a nuestra izquierda la visión de la Laguna de la Caldera desde lo alto. El pico que se ve a su derecha es el Puntal de la Caldera (3.225 m.). Detrás,  de color más oscuro, está el Pico de los Machos (3.324 m.), y tras éste el Pico Veleta (3.394 m.), segundo pico más alto de Sierra Nevada, sólo superado por el Mulhacén (3483 m.).

Bonitas vistas.
Pronto llegamos a la cima y, por supuesto, no podía faltar la típica foto en el vértice geodésico.

Objetivo conseguido.
El tiempo que empleamos en la subida fue de tres horas (parada del almuerzo incluida). Una vez allí nos permitimos un rato de descanso para tomar algo ligero y, como el cielo estaba totalmente despejado, recrearnos con las preciosas vistas que se divisan desde esta cumbre.


Allá abajo podemos ver la Laguna Hondera.
La Laguna Hondera es la más grande de la zona conocida como Siete Lagunas, que es un circo glaciar situado entre El Mulhacén y la Alcazaba. Queda para otra ocasión intentar la subida al Mulhacén desde allí, aunque es un recorrido más duro,(especialmente el último tramo, conocido como la Cuerda del Resuello) pero quienes lo han hecho comentan que merece la pena ya que se pasa por lugares de gran belleza como las propias Siete Lagunas y las Chorreras Negras. Pendiente queda.
La laguna que vemos en la siguiente fotografía es la Laguna de la Mosca; esta situada al Norte de Mulhacén y es el nacimiento del río Genil, aunque en este punto se le llama Río Valdecasillas. El pico que se ve a su izquierda recibe el curioso nombre de Juego de Bolos y tiene una altura de 3.019 m.

Laguna de la mosca.
El pico que en la siguiente foto aparece en segundo plano, tras las rocas rojizas, es la Alcazaba (3.371 m.).

La Alcazaba.

Vértice geodésico del Mulhacén, Laguna de la Caldera, Pico de los Machos y Veleta.
En la cima del Mulhacén hay varias construcciones en ruinas. Se trata de antiguos refugios que se construyeron a finales del siglo XIX con el fin de albergar a una expedición de geógrafos, y todo su material, que pretendían conseguir el enlace geodésico entre Europa y África. Para ello debían esperar la llegada de un día lo suficientemente claro que les permitiera divisar la cima de dos montañas argelinas, y establecer contacto lumínico con ellas. Tras cumplir con su cometido las construcciones quedaron abandonadas y una de ellas fue reutilizada como ermita al principios del siglo pasado, actualmente se encuentra también en ruinas.

Ruinas.
En la cima nos sorprendió la presencia de unos pajarillos que iban caminando de un sitio para otro, similares a los gorriones. Se trata del Acentor Alpino o Gorrión de las nieves; en verano anidan para la cría en las alturas y en invierno descienden a cotas mas bajas.

Aquí vemos a dos ejemplares.
Tras solazarnos un rato decidimos empezar a descender. La idea era bajar en dirección hacia la Laguna de la Caldera. Esta se encuentra a 1.5 km de la cima y a una altitud de 450 más baja que la cumbre, por lo que el descenso es bastante pronunciado, especialmente en el primer tramo.


Comienza el descenso en dirección a la Laguna de la Caldera.

Desde lo alto podemos ver a nuestra izquierda la Laguna del Majano al pié de la Loma Pelá.

Aquí  podemos apreciar la inclinación de la ladera. La senda zigzaguea continuamente para facilitar el descenso.
Junto a un enorme mojón llegamos a un punto en que la senda se bifurca. Hacia la izquierda conduce a la pista forestal y la zona de las Lagunillas del Majano; a la derecha conduce, a través del Collado del Ciervo, hacia la laguna de la Caldera.

Este es el punto.

Vista atrás: La cima queda allá arriba.

Nuestro siguiente destino está más cerca.

Junto a la laguna se encuentra un refugio donde aprovechamos para comer los bocadillos que llevábamos preparados. Tras haber comido nos dirigimos a la Laguna con el objetivo de descansar un poco.

Llegada a la Laguna de la Caldera.

El año pasado, cuando subimos al Mulhacén en Septiembre, pasamos cerca de este lugar pero, como íbamos justos de tiempo, no nos pudimos desviar un poco para verlo de cerca y nos tuvimos que conformar con verlo desde las alturas. A mí me pareció un lugar casi mágico, de película, y esta vez contaba con la previsión de que tenía que ser un paso obligado en nuestro recorrido.
Está situada en el centro del circo glaciar de la caldera y es la laguna más grande de toda Sierra Nevada. El agua que recibe es de deshielo, cuando se funde toda la nieve que se acumula durante en invierno sobre las enormes paredes que la rodean. El agua de la laguna permanece congelada durante todo el invierno y parte de la primavera.
Nos pusimos a descansar a la sombra de una roca bastante grande, donde aprovechamos para tumbarnos y cerrar un poco los ojos.

Vista del Mulhacén desde la laguna. Se aprecia la bifurcación de la senda que antes comentaba.
Las paredes del circo glacial alcanzan una altura de entre cien y ciento cincuenta metros,  y por ellas transcurre un sendero que conduce al Puntal de la Caldera.





También hubo un rato para lanzar cantos rodados al agua.

Tras este descanso ya iba siendo hora de emprender el camino de vuelta al Alto del Chorrillo. Había dos opciones; la primera y más bonita era descender por la senda que va paralela al Río Mulhacén y que conduce al refugio de Poqueira, para, desde allí, llegar al Alto del Chorrillo. La segunda era seguir durante siete kilómetros la pista forestal que lleva directamente al Alto del Chorrillo. Al final elegimos esta última ya que el último tramo de la primera, el que va del refugio al Alto, es en sentido ascendente aunque no excesivamente fuerte; pero pensé que,con la acumulación de kilómetros, quizás sería abusar un poco de la resistencia de los peques. Ya que la excursión se había desarrollado sin ningún problema, no se trataba de fastidiarla a última hora.
En los alrededores de la laguna pude fotografiar algo de vegetación.

Senecio Nevadensis, o Suzón de Sierra Nevada.

El Suzón de Sierra Nevada es una planta endémica de esta zona. Crece en zonas pedregosas y está considerada como especialmente vulnerable y amenazada.
La planta de la siguiente foto es la planta emblemática de Sierra Nevada: La estrella de las nieves. Es muy curiosa ya que está cubierta por unos pelillos blancos que le protegen de la radiación solar y minimizan la evaporación del agua. Había numerosos ejemplares cerca de la laguna.


Plantago Nivalis, también llamado Estrella de las nieves.
La pista forestal que nos conduciría hacia el Alto del Chorrillo pasa junto a la misma laguna. El resto del trayecto, unos 6'7 km, es en sentido descendente. A los pocos metros de iniciar el descenso divisamos la Laguna de la Caldereta totalmente seca. Al parecer se suele secar todos los veranos, ya que no es un nacimiento de agua, sino que se forma gracias al deshielo de los neveros que la rodean; al tener muy poca profundidad, en verano se suele secar pronto.

Laguna de la Caldereta. La pista que vemos detrás bordeando la Loma Pelá conduce al Veleta.
Continuamos caminando  y a nuestra derecha vamos dejando el valle donde nace el Río Mulhacén. Las primeras señales de humedad aparecen con las Lagunillas del Majano; unos metros más abajo se encuentra la Laguna del Majano, nacimiento del Río Mulhacén.

Lagunillas del Majano.

A la izquierda de la imagen podemos ver la Laguna del Majano.
En la siguiente fotografía, gracias a la altura a la que nos encontramos, podemos ver el valle por donde desciende el río Mulhacén; en la base de la la primera loma que aparece a nuestra derecha se une con el Río Seco, formando el Río Naute, que unos kilómetros más abajo (donde el valle adquiere un tono más verdoso) se unirá con el Río del Toril, formando el Río Poqueira.




Detalle del valle. Al fondo, la Sierra de Lujar.
 Si miramos hacia el Oeste podemos ver la inconfundible silueta del Veleta y algunos neveros que todavía se conservan en sus alrededores.

El Veleta tras la Loma Pelá.
Continuamos avanzando y pronto divisamos el Refugio de Poqueira a nuestra derecha.

La pista por la que transitábamos.

Allá abajo podemos ver el refugio.
Habría sido interesante hospedarnos en el refugio al menos durante una noche, porque para los peques habría supuesto toda una experiencia. Si hubiese dispuesto de más tiempo para preparar la excursión lo habríamos hecho. Otra vez será.
En la excursión del año pasado pasamos una noche aquí y nos causó una excelente impresión; muy cómodo, muy bien equipado y a buen precio. Nada más que por poder disfrutar de la visión del cielo nocturno desde esta altura, ya vale la pena.
Cada vez quedaba menos para terminar con nuestra aventura "mulhacenera", pero todavía nos seguíamos sorprendiendo con el paisaje que íbamos encontrando.

Al fondo vemos la Loma del Tanto, por donde ascendimos por la mañana.

Si volvíamos la vista atrás este es el bonito panorama que encontrábamos.

Aparece de nuevo la vegetación.

Uno de mis principales temores, a la hora de preparar la excursión, eran las condiciones del clima; ya que por la altura es fácil encontrarse con niebla en algún momento, que impida visualizar un punto de referencia hacia dónde dirigirse, o que se forme una tormenta, que en alta montaña sucede a menudo y en un breve intervalo de tiempo, con el riesgo que ello conlleva. Pero tuvimos suerte. Como se puede apreciar en las fotografías , y a diferencia del año pasado, pudimos gozar de un día con un buen tiempo excelente. Estuvo soleado durante toda la jornada (imprescindible el protector solar) pero el airecillo que corre a estas alturas hace que la sensación térmica sea de una temperatura bastante agradable para caminar.
Y poco más. Enseguida llegamos al Alto del Chorrillo, donde terminaba nuestra excursión. Cansados, eso sí, pero también satisfechos por haber podido pasear por estos parajes y con ganas de volver algún día para ver otros rincones que han quedado pendientes para otra ocasión.


Llegada al Alto del Chorrillo.

El track de este recorrido se puede ver en el siguiente enlace:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7708773





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