Sierra Caballera 11/01/14 by Paparruchas

La primera salida de 2014 ha sido a la Sierra Caballera; un andandillo suave para desentumecer cuerpo y mente tras el parón navideño.
Hemos sido cinco los valientes que nos hemos echado al monte en esta agradable mañana de Enero: Carnívoro, Little Queen of Perigayo, Doctor Infierno (antes conocido como Sanguinario, ambos nombres son, como poco, inquietantes), el Líder y un servidor.
Hay que hacer una mención especial a la presencia del Líder en la expedición Tras varios meses de baja, no por lesión como Messi sino por haber estado sufriendo los efectos de la Berrea, ha vuelto a sus actividades tiranas. Me gustaría poder decir que, como el argentino, ha vuelto en buena forma pero siento tener que afirmar lo contrario. Nuestro querido Líder, otrora portento de la puntualidad y la planificación a la hora de salir al monte, acometió esta excursión en unas condiciones más que precarias.
Juzguen ustedes:
En primer lugar hay que decir que no estaba en el lugar de costumbre a la hora a la que habíamos quedado; ello motivó que le tuviésemos que enviar un whatsapp para despertarle y recordarle que se había comprometido a acompañarnos. Adjunto este documento como prueba de la veracidad de mis palabras:

Como podéis apreciar a las 8:22 H. todavía estábamos esperándolo; el zumo y nosotros. Esta falta de puntualidad no la había tenido nunca.
Pero eso no fue todo. El tío venía sin almuerzo ni nada.....Ni una triste mochila donde echar una botella de agua.........nada, lo que se dice...... NADA. Hubo que alimentarlo como ha ocurrido otras veces con Sir William. Con la venia del tribunal, y a efecto de prueba de lo que digo, adjunto otro documento gráfico de la excursión en donde se puede apreciar que no portaba peso alguno.

Aquí lo tenemos: Más feliz que una perdiz.

Eso sí, hay que decir en su descargo que dejó el móvil en casa (yo creo que, con las prisas, más bien lo olvidó),  ya que si lo hubiese traído y se hubiese puesto a whatsear durante todo el recorrido podría haberle sucedido cualquier cosa.
Como atenuante de su tardanza alegó que, aunque ha finalizado la Berrea, todavía le queda el hábito de merodear a altas horas en las zonas donde van a abrevar y alimentarse las hembras, costumbre que promete dejar en lo sucesivo solamente para los sábados en la noche. Confiamos en que así sea.

El caso es que un poco más tarde de lo normal nos dirigimos hacia la Sierra Caballera, escenario de nuestras andanzas.
Tomamos la carretera del Condado de Óntur y a la altura del paraje de Las Puntillas, donde sale el camino hacia La Pedrera, dejamos el coche. Cruzamos la carretera y, ni cortos ni perezosos (bueno uno sí iba aún algo perezoso), empezamos a subir siguiendo la Cuerda de la Sierra Caballera.

Carnívoro y Little Queen of Perigayo abriendo camino.

Paraje de las puntillas y nuestro tiranomóvil en la esquina inferior derecha.

Parajes de Luzón y Hoya de la Carrasca. Al fondo el monte de El Castillo

Esa era nuestra vista hacia el sur, Hacia el norte podíamos ver el paraje de Las Bodeguillas.

Paraje de Las Bodeguillas.

Nuestra vista hacia el este era la cuerda de la Sierra Caballera y Las Grajas al fondo.

Al fondo, Las Grajas.

Y el Líder sin portar peso alguno. Nosotros éramos sus sherpas. De ahí viene lo del "tirano".

El recorrido, si bien es en buena parte ascendente, es bastante suave, sólo tiene una pequeña subida algo más pronunciada un poco antes de llegar al punto más alto pero que no entraña dificultad alguna. Si lo hicimos nosotros después del parón navideño tras haber consumido cantidades ingentes de polvorones, pelotas y todas las viandas típicas de estas fiestas, lo puede hacer cualquiera.

Subida antes mencionada.

Una vez que llegamos arriba hay una espectacular vista de Las Grajas, El Cerro del Estudiante y La Peñarrubia, aunque algo deslucida por las torres de alta tensión.

Llegada arriba.

Bonita estampa.

Un poco antes de llegar al punto más alto, que está marcado por un mojón, decidimos hacer una parada para almorzar. Para ello buscamos un "resel" donde cobijarnos.

¡¡¡ Con las manos en los bolsillos!!! No tiene mucha pinta de senderista.

Lugar del almuerzo.

Allí pasamos un rato almorzando. La conversación versó sobre diversos temas; empezamos hablando de Sacyr y las obras del canal, del aeropuerto de Corbera, de la Paramount.....y fue derivando hacia otros temas de lo más variopinto; omitiré su contenido por no herir la sensibilidad del lector.
Como devoré el bocata de atún con la rapidez que me caracteriza, me puse a hacer fotos mientras mis compañeros hacían lo propio con sus respectivos almuerzos.

Curiosa alineación de árboles en un bancal a las faldas del monte.

Planta rupícola I

Planta rupícola II

Planta rupícola III

Líquenes.

 Tras el almuerzo levantamos el campamento y continuamos caminado por la cuerda de la sierra.

Carnívoro consultando en su móvil el riesgo de lluvia.

Estuvimos caminando durante un rato hasta que decidimos descender por un barranco; no sabemos si se trata del Canalizo del Embudo o de otro que hay después.

Vista atrás al punto más alto de la sierra.

Comenzamos a descender por el barranquillo.

Bonita vista de Las Grajas desde el pié de la sierra.

Continuamos caminando por una pequeña rambla donde encontramos una casa-cueva. No pudimos resistir la tentación y entramos en ella, como solemos hacer siempre que encontramos alguna de estas construcciones.
Ante la ausencia de Madame Petardí, el Líder tomó la inciativa para ser fotografiado con diversos objetos que allí se encontraban.

Fachada de la casa-cueva.

El Líder barriendo su nueva morada ante el asombro de Carnívoro.

El Líder intentando entrar en calor.

Hornacha de la casa-cueva.

De allí nos encaminamos hacia el coche, no sin antes pasar por una plantación de nogales donde cogimos algunas nueces que se habían quedado en los árboles tras la recolección. Comimos algunas de ellas, lo que nos dio el plus de energía que necesitábamos para finalizar la excursión.

Vista de Las Grajas desde los nogales.

Última visión de Peñarrubia y Grajas.

Justo antes de llegar al coche nos encontramos con este curioso cartel que no habíamos visto al empezar la excursión. En él se nos advierte de que allí corremos "Peligro general". Empezamos a darle vueltas al coco para tratar de interpretar de qué peligros se trata. Al ser "peligro general" llegamos a la conclusión de que allí lo único que nos puede pasar es que nos caiga un meteorito, contraigamos el ébola, nos muerda un perro, nos vendan unas preferentes, o las cuatro cosas a la vez (entre otros muchos más peligros), por lo que nos montamos en el coche y salimos hacia el pueblo echando hostias.

Cartel informativo que tampoco informa tanto.

Road to Jumilla.

Y aquí termina  nuestra primera andanza de 2014. Para el próximo fin de semana pensamos acercarnos a la Sierra de La Pila, concretamente al Barranco Valcarcel. Como el tiempo de desplazamiento hasta el lugar de inicio de la excursión es mayor, seguramente quedaremos un poco antes. Iremos informando.

El enlace de Wikiloc para ver la ruta es el siguiente: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5949160