¡ESTOS SI QUE SON LÍDERES!

m

Llegamos al punto de salida a las 12.45 P.M. que curiosamente coincidía con un bar. Tras un pequeño aperitivo  y sin prisa, elegimos la ruta del faro de Anaga para regresar por Roque Bermejo, distancia total 6,4 km, un paseo.

Imagen del grupo. La senda era tan estrecha que posaron de perfil.

Habían sectores peligrosos que cruzamos a barandaje vivo.

A las 13.30, tras 45 minutos de ardua caminata decidieron hacer una parada para tomar otro aperitivo y disfrutar de las vistas, altitud 800 m. Me impresionó mucho el azul intenso del mar, precioso.

Empezamos a descender rodeados por un bosque de extraña vegetación

Otra parada. Abajo los "Roques de Anaga" islotes volcánicos que marcan el límite norte de la isla.

Sin prisa alguna.

La senda bordeaba un acantilado, por aquí acojonaba un poco pero los líderes nativos seguían con su buen rollo.  Al  salir del acantilado empece mi repertorio... recibido con gran acogida.

"En tos laos cuecen habas". Nuestro destino se ve al fondo, un pequeñisimo pueblo de pescadores con 6 casas al que sólo se puede llegar por esta senda o en barco, las carreteras no existen aquí.

Roque bermejo estaba a 1,2 km. Llevabamos  2 km recorridos y eran las 3 de la tarde. ¡2 km en 2 horas! Pero era necesario las señales advirtiendo el riesgo de caidas nos recordaba el peligro de la senda, pero los líderes se reian de las señales.

Esto fue lo mas parecido a "rocaje vivo". El pueblo estaba cerca, se ve al fondo y ya no había peligro. Entoné "yo quiero bailar toda la noche" y hubo una explosión de júbilo y mi sorpresa... ¡conocian toda la letra! esto era el paraiso.

la iglesia del pueblo, de estilo caribeño. Si pulsáis sobre la imagen  se ve  en tamaño grande.

Roque Bermejo: una iglesia, seis casas (las conté) de las cuales dos son bares ( posiblemente el pueblo con mayor proporción de bares de toda España, superando a Cieza) y una pequeña playa de arena negra y de tranquilas aguas turquesas... si quieres tranquilidad, aqui la tienes.

La playa. El grupo se extravió ( se ven sobre un pequeño acantilado sobre la playa) y tuve que ejercer de líder momentáneo.

Los dos bares, uno con su terraza y detrás, en azul, el otro. Regentados por un matrimonio, el blanco la mujer y el azul, el marido. Máximo exponente de separación de bienes.

El bar-habitación o bar-tienda como lo llaman aquí. Poco surtido comestible pero una gran variedad de bebidas destiladas propicias para el Chupa-chupé pero deseché la idea, no lo hubiesen entendido... o tal vez sí, si cantaron mi repertorio con un poco de ensayo igual se hubiesen atrevido con el Chupa. nunca lo sabremos.

Comimos a las 4 de la tarde y en estas tierras no echan la siesta, se echan un baño. Yo me eché la siesta.

Regresamos por un barranco surcado por aguas procedentes de un manatial, el sonido del agua  nos obligaba  mear constantemente.

Chamorga: pueblo de montaña desde donde iniciamos la ruta, situado a unos 800 m. se ubica al final del barranco por el que ascendimos. Sólo conté un bar pero curiosamente iniciamos y terminamos la etapa ahí...gente sabia ésta la canaria.

Y como premio, otro aperitivo en el bar. Llegamos a las 6.20 de la tarde. Un aplauso para este entrañable grupo, siempre atento y amable. Como anécdota decir que subieron a toda ostia, menos tiempo en subir que en bajar... sería el baño en la playa que les dio vigor.

De vuelta a la ciudad por el valle de la Orotava, bonito atardecer con el volcán del Teide presidiendo la isla.