Grand Canyon of Almadenes (14/04/2012) (Reportaje de Paparruchas para la Comarcal Geographic)

Como estaba previsto, el pasado Sabado hicimos nuestro andandillo habitual, esta vez por el Cañon de Almadenes en la vecina localidad de Cieza.
Tras el preceptivo café "ca la liber" y la posterior visita al panadero del Condado de Óntur emprendimos viaje, no sin antes repostar en la gasolinera de Repsol de pueblo Nuevo; el Lider aprovechó para mostrar al gasolinero todo nuestro apoyo ante la inminente nacionalización de YPF por parte del gobierno argentino, llegando incluso a asegurar que nunca consumirá carne que provenga de dicho país. Le creo.
El liderato en esta ocasión estuvo a cargo de la troika Krisnamurty-Paco-Manolo (aunque Manolo más que de lider hizo de "liebre", como en el atletismo). Krisnamurty nos guió hasta Cieza y una vez allí, fueron los guias nativos Paco y Manolo los que nos llevaron por el cañon......como una bala.
Para ponernos en situación:

Empezamos a caminar desde la Central de Almadenes por lo alto de la parte sur de Cañón (Sierra de los Almadenes) y las vistas eran espectaculares.

Las paredes de enfrente

Este es el principio del Cañón.

El grupo era compacto al principio; con la lengua fuera pero compacto.

A nuestra espalda de veía este bonito paisaje; en el horizonte, podemos ver de izquierda a derecha el Buey. Santa Ana, Sierra Larga (de perfil), Carche, y más a la derecha la Pila.

También había una bonita vista del cauce del rio y del mirador de la Cueva de la Serreta  incrustado en la roca. Esta cueva es famosa por sus pinturas rupestres.

Para apreciar la altura del precipicio, mira las dos personas que hay arriba.

Tal era la velocidad de Manolo que no vió el mojón que marcaba la senda que descendía al rio, la cual debiamos tomar, y anduvimos "a rocaje vivo" (ver sección RATL) unos cientos de metros que luego tuvimos que desandar. Ni que decir tiene, que esto provocó la ira de algún andarín, pero al menos nos dió la oportunidad de tener esta vista.

Total, que nos dimos la vuelta buscando la senda que baja al rio, cuando de pronto, en mitad del monte nos encontramos con esto.

Una bici abandonada debajo de un pino. Ya nos encontramos otra en la ruta de la Casa Buendía, lo cual nos hace plantearnos la creación de la Asociación para la Protección de las Bicicletas "Dos Ruedas", bajo el lema "No la abandones, ella nunca lo haría". Pendiente queda. ¿Cómo cojones llegaría esa bici ahí?.
Al poco encontramos la senda buena y empezamos a descender. Había incluso escalones que alguna alma buena construyó para facilitar el paso de los caminantes. Las vistas seguián siendo muy chulas, y la pendiente bastante pronunciada.

A estas alturas y con el grupo bastante disperso, una pareja de rapaces sobrevolaba nuestras cabezas esperando darse un gran festín si alguien desfallecia. Pero salvando todos los obstáculos conseguimos salir del paso, indemnes y enteros.

Una vez que llegamos junto al río, Paco y Manolo nos llevaron a un bonito lugar para almorzar.

Antes de abandonar el lugar de almuerzo Madame Petardí consideró que  debia incrementar el caudal del río.

Seguimos la marcha por la orilla del río hasta llegar a la Presa de La Mulata,  donde cruzamos a la otra orilla.

Presa de la Mulata

Presa de la Mulata.

Acceso a la presa

Una vez cruzada la presa caminamos unos doscientos metros por una cómoda carretera, hasta que los ciezanos consideraron que había que hacer el resto del trayecto a todo rocaje, bordeando El Alto de Almadenes, Cabezo de la mulata y El Mulatón. Con lo cual volvimos a andar por el monte sin rumbo aparente y a una velocidad de vertigo, esto provocó de nuevo la fragmentación del grupo. Se trataba de bordear el cañon por lo alto del lado norte hasta llegar a los coches.

Aquí se puede apreciar la dispersión del pelotón.

Campos de frutales.

Dejabamos a nuestra derecha los precipicios.

Este es el panorama que quedaba a nuestra espalda.

Ante tan bonito paisaje decidimos hacer un par de fotos de grupo (para que salieramos todos).

Grupo con Krisnamurty pero sin Paparruchas.

Grupo con Paparruchas pero sin Krisnamurty.

Por delante se ve la falla por donde transcurre el desfiladero.

Como buenamente pudimos, continuamos nuestra marcha hasta que encontramos una construcción con un mapa de la zona que contenía una leyenda que decía: "Usted está aquí"; Madame Petardí, que a esas alturas ya estaba hasta los mismísimos huevos replicó: "Ya sé que estoy aquí, yo lo que quiero saber es dónde están los malditos coches". No estaba el horno para bollos.

Panel informativo

Mini refugio.

Vista hacia el este.

Vista hacia el Oeste.

A lo largo de toda el recorrido el monte estaba plagado de esta planta, que según el lider, se llama Gamonita; creo que Antonio Flores le compuso una canción:

Gamonita,

gamorena,

gagitana como era.

La flor que siempre quise en mi jardín.

La flor que siempre quise en mi jardín (Coros).

Gamonita.

Por fin llegamos a la Central de Almadenes. Eso sí, cada uno cómo y por dónde pudo. Aquí me perdí .

Central de Almadenes

El puente sobre el rio Guay. Los coches arriba.

Después de estar unos minutos perdido, oí voces , me asomé a un barranco y me los encuentro a todos descansando junto a esta bonita poza de aguas turquesas.

Poza con encanto.

Posteriormente pasamos al otro lado y vimos una acequia romana para llevar el agua a los campos. También había un salto de agua donde nos hicimos unas fotillos.

Acequia.

The Segura River.

Grupo.

Grupito.

Central de Almadenes.

Y poco más; de aquí al coche y del coche a casa.
En definitiva, una buena mañana en un paraje bastante chulo y en buena compañía.
Agradecimientos a nuestros guías nativos Paco y Manolo (dos tíos muy simpaticos, buenas personas pero muy....... muy rápidos) por enseñarnos este lugar, y a las siguientes instituciones sin cuya ayuda esta aventura  ha sido posible: